A veces
A veces, uno se cansa. Del sol radiante en los ojos, y la tormenta en el cuerpo, de la sonrisa fingida y el lazo de angustia al cuello, de las mañanas de hastío, de las noches, el desvelo, de la soledad buscada pero también del silencio. A veces, uno se cansa. De lastimarse los pies …